Ahora bien, no todas las historias terminan con final feliz, o por lo menos no con el que deseamos, ¿ pero ese hecho modifica lo vivido?, en otras palabras: ¿los finales no felices invalidan toda otra felicidad vivida?
Si hacemos un breve repaso de todos los cuentos de nuestra infancia, nos encontramos con bellas protagonistas un tanto naif que se enamoran en un instante, o bien tienen al “ amor de su vida” todo el tiempo frente a ellas y sin darse cuenta una mañana despiertan descubriendo que están enamoradas. Otros tantos nos presentan un protagonista sufriente y desvalido que padece durante toda la historia y por un hecho fortuito y casual pasa a ser “ feliz para siempre”.
En una palabra, para que la historia sea buena y perdure tienen que existir varios condimentos: sufrimiento, abandono, enamoramiento a primera vista, más abandono, desencuentros y por supuesto el beso salvador que termina en casamiento.....
¡ Así cualquiera!!!!, qué fácil que resolvió todo Disney!!!!!!!!!!!, lo que no nos contó es que pasó después del beso; del casamiento ; de la huida en caballo o detrás de las paredes del castillo!!!!!!!!!!!!!!!!
Si seguimos con la línea de pensamiento del Señor Frío tenemos que pensar que “la felicidad” fue eterna y seguramente tuvieron hijos y nietos y ni un “ si ni un no” entre ellos.
Nada más lejos de la realidad que nos rodea, los hombres y mujeres crecemos, evolucionamos y los encuentros y desencuentros son diarios, hasta podemos decir que “ el minuto a minuto” de las relaciones las definen.
El “ felices para siempre” ¿hasta cuándo dura?, ¿hasta que discuten por el alquiler?, o por qué días salen cada uno con sus amigos? o peor aún, ¿ quién lava los platos esta noche y quién tiende la cama la mañana siguiente?
Definitivamente es todo un aprendizaje y un ejercicio “ ser felices” , pero ¿qué nos pasa cuando todos esos detalles superan los buenos momentos o dejamos de amar todo aquello que antes amábamos del otro?
¿ Qué sucede entones cuando los finales no son felices y se escribe la última hoja del cuento y cada uno cierra el librito? ¿ El cuento rosa se convierte en tragedia griega?.
Me niego a pensar que así sea, de lo contrario nunca capitalizaríamos lo vivido o peor aún nos quedaríamos sólo con el trago amargo.
¿ No será hora de dejar que Disney se derrita, y avisarle a la Bella Durmiente que sonó el despertador?.